Detectan ‘biomarcadores musicales’ que podrían mejorar la salud mental

En un avance sorprendente, científicos del Instituto Karolinska en Suecia han identificado por primera vez lo que denominan ‘biomarcadores musicales’. Este descubrimiento abre la puerta a nuevas terapias para trastornos de salud mental, aprovechando las propiedades terapéuticas de la música.El estudio, publicado recientemente en la revista Frontiers in Psychology, ha revelado que ciertos patrones musicales pueden correlacionarse con la actividad cerebral en individuos que experimentan ansiedad y depresión. «Hemos observado que piezas musicales específicas pueden desencadenar respuestas neuronales beneficiosas», explicó el Dr. Elias Forsberg, neurocientífico y coautor del estudio.Utilizando escáneres de resonancia magnética, los investigadores analizaron cómo el cerebro responde a una variedad de géneros musicales. Los resultados muestran que tonalidades y ritmos particulares podrían servir de indicadores para evaluar y modificar estados emocionales. «Esto sugiere la posibilidad de personalizar tratamientos basados en la música para mejorar la calidad de vida de los pacientes», añadió Forsberg.La música como herramienta terapéutica no es un concepto nuevo; sin embargo, el estudio del Instituto Karolinska es el primero en encontrar evidencia concreta que una fuente externa de sonido, como la música, puede actuar como un biomarcador, tal como lo hace un análisis de sangre o una placa de rayos X.El equipo también colaboró con músicos del Royal College of Music en Estocolmo para desarrollar una biblioteca de composiciones terapéuticas. Este repertorio está diseñado específicamente para estimular las áreas del cerebro que influencian las emociones. Axel Lind, compositor y director musical del proyecto, comentó que sintió «una responsabilidad renovada al saber el potencial impacto de cada nota».Este descubrimiento ofrece no solo una herramienta novedosa para la terapia, sino que también plantea nuevas preguntas sobre cómo nuestro cerebro procesa la música y sus implicaciones en el bienestar humano. «Es fascinante cómo algo tan universal como la música puede contener claves esenciales para nuestra salud mental», reflexionó Sara Nordin, investigadora principal.A medida que avanzan con estudios clínicos, los investigadores manifiestan optimismo sobre las posibilidades del tratamiento musical. Según Nordin, «podría reducir la dependencia de medicamentos» y aumentar el acceso a terapias alternativas sin efectos secundarios negativos.Este hallazgo también motiva a repensar el papel de la música en la educación y el trabajo, sugiriendo integrarla activamente en programas de bienestar. Las próximas diligencias incluirán una serie de pruebas piloto para determinar la eficacia de estas intervenciones en diferentes poblaciones, afirmó el equipo.Este avance en el uso de la música sugiere un futuro prometedor para la salud mental, con el potencial de transformar vidas no solo en clínicas, sino también en entornos cotidianos. Siguiendo este camino, científicos y artistas colaboran para crear un puente optimista entre arte y ciencia.

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