En un sorprendente avance, científicos del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Cambridge han desarrollado una técnica revolucionaria para reducir significativas cantidades de calorías en alimentos procesados, sin sacrificar el sabor. Este hallazgo podría cambiar el panorama de la industria alimentaria y ofrecer una solución innovadora a la creciente epidemia de obesidad.A medida que las tasas de obesidad globales continúan en aumento, los expertos en salud han estado buscando maneras efectivas de reducir el consumo de calorías. La técnica, denominada ‘Molecular Flavor Mapping’, permite identificar y manipular componentes específicos del sabor en los alimentos.Según el Dr. Arthur Benton, director del proyecto, «hemos logrado mapear el perfil de sabor a nivel molecular para identificar aquellos elementos que contribuyen más al sabor sin aportar un contenido calórico significativo». Benton explica que este método tiene el potencial de reformular numerosos productos alimenticios comunes, creando versiones mucho más saludables.La investigación se ha publicado en la revista científica ‘Nature Food’, donde los autores destacan que en pruebas preliminares con productos como chocolates y galletas, se logró reducir hasta un 40% de las calorías manteniendo la aceptación del consumidor. «El desafío no solo era reducir las calorías, sino también mantener la calidad del sabor que los consumidores esperan», añade Benton.Organizaciones de salud pública, como la Organización Mundial de la Salud, han mostrado interés en estos resultados, al considerar que podrían ser una herramienta valiosa en la lucha contra la obesidad. No obstante, los expertos advierten que estos productos se deben incorporar dentro de un enfoque dietético más amplio para obtener beneficios significativos en la salud.Sin embargo, el camino hacia la implementación comercial de esta técnica no está exento de desafíos. Las empresas tendrán que invertir en nuevas tecnologías de producción y los reguladores deberán garantizar que estas modificaciones no afecten la seguridad alimentaria. Benton es optimista: «Estamos en contacto con varios fabricantes que ven la oportunidad no solo de mejorar la salud de los consumidores sino también de mejorar su perfil de sostenibilidad».En un mundo donde la búsqueda por reducir las calorías se convierte en una prioridad, estos avances en biotecnología alimentaria plantean una promesa de cambio. «Este podría ser un punto de inflexión en nuestra relación con la comida; un futuro donde podemos disfrutar sin culpa», concluye Benton.